Aún recuerdo aquel viaje que hace años hice a Perú, fue una experiencia maravillosas. lo cuento ahora visto con la preservativa del tiempo.

    Los preparativos, todo ese nerviosismo que se puede sentir al llegar a un país totalmente desconocido, para mi, un país por otro lado poco seguro, así decían. Sus costumbres, sus gentes, desde pensar las horas que iba a estar en la nubes a tantos kilómetros  de tierra, desde el momento del despegue hasta el aterrizaje.

    Una vez ya salí del aeropuerto de Lima, para mi todo era un mundo nuevo, tan diferente, sus calles tan peculiares, su forma tan caótica de conducir, los coches, mejor dicho "sus carros". No se respeta al peatón, para pasar de una acera a otra de la calle era con estar en una guerra y tener que esquivar misiles lanzados sin compasión.

     Su idioma materno que aun siendo español como el mio, así con todo tenia que prestar mucha atención y muchas veces preguntar ciertas palabras. 

     Según fueron pasando los días y fui cogiendo más confianza, me empezó a gustar el país, y sus gentes,visite bastante lugares de interés, como buen turista visite la ciudadela Inca de Machupichu, algo impresionante.

     Los días fueron pasando y sin darme cuenta había llegado el momento del retorno a España, realmente veintiún días que me parecieron dos, y ya con ganas de volver a Perú país que me enamoro.